viernes, 2 de agosto de 2013

PSEUDOGESTACIÓN CANINA



     Es un síndrome observado en perras no preñadas caracterizado por conducta materna, agrandamiento
mamario y lactancia. Ocurre generalmente 6 a 12 semanas después del celo


INTRODUCCIÓN

  La pseudogestación (PSP) es un síndrome observado en perras no preñadas caracterizado por aumento del peso,conducta materna, agrandamiento mamario y lactancia que ocurre generalmente 6 a 12 semanas después del estro.
   Desde el punto de vista estrictamente endocrinológico, el término PSP dista de ser el óptimo para describir este síndrome, ya que se refiere a la fase lútea de los ciclos no-fértiles de hembras con ovulación inducida. Además,clínicamente sus signos son comparables a los de los períodos de peri, post- parto y lactancia mas que a los de lapreñez.
En la perra, la PSP puede ser considerada como una manifestación fisiológica, yaquesuinstalaciónnodependede
un desequilibrio endocrino; no obstante, cuando sus signos se exacerban, ésta se convierte en un problemaclínico y
requiere tratamiento. La PSP es el segundo motivo de consulta por problemas de las glándulas mamarias de la perra,
luego de las neoplasias.
Palabras claves: perra - pseudogestación –agonista dopaminérgico

FISIOPATOLOGÍA

   Los eventos endocrinos necesarios para el parto y lactancia en la perra preñada se producen, de manera muy similar, en la hembra vacía. La disminución de la concentración de progesterona sérica durante la fase lútea tardía,va acompañada de un incremento de la concentración de estrógeno sérico y prolactina. El desarrollo de la glándula mamaria es estimulado por la exposición prolongada a la progesterona sérica, y la producción de leche por la prolactina sérica. En individuos predispuestos a este síndrome, esta última hormona podría determinar el pasaje de una secreción láctea intra-acinar a una secreción intra-canalicular.       Mas aún, la secuencia endocrina que controla la lactogénesis es compleja e interesa además de la prolactina, la progesterona y los estrógenos, a la insulina, los
glucocorticoides y probablemente la hormona del crecimiento.
  Si bien se sabe que la prolactina tiene un papel central en la sintomatología de la PSP clínica, la etiología exacta de esta entidad todavía no se conoce completamente. Algunos estudios sugieren que las perras con PSP manifiesta tienen concentraciones séricas de prolactina mayores que las no afectadas en el mismo momento del ciclo. También es posible que diferencias individuales en la sensibilidad periférica a la prolactina, o aún la existencia de variantes moleculares de esta hormona con diversas bioactividades, estén implicadas en la incidencia y severidad de la PSP entre y dentro de las distintas razas.
   Recientemente, se reportó la presencia de heterogeneidad molecular para esta hormona en muestras sanguíneas obtenidas en perras en fase lútea.
   La exposición a una progesteronemia elevada y la disminución de la misma, también está implicada en la génesis de
la PSP. Por esta razón, la PSP puede aparecer luego de la administración de tratamientos con progestágenos o bien
de la realización de ovariectomía en fase lútea por el descenso más o menos abrupto de la progesterona sérica y el consecuente aumento de la prolactinemia.


SIGNOS CLÍNICOS

   Los signos de PSP se presentan de 6 a 12 semanas después del celo, persisten de 2 a 4 semanas y desaparecen generalmente espontáneamente. Esta signología puede ser física y/o de comportamiento, siendo su intensidad sumamente variable en las distintas perras.
   De esta manera, se puede hablar de una PSP encubierta cuando los cambios son insignificantes y pasan
desapercibidos, y de una PSP manifiesta cuando éstos son claramente apreciables. La PSP manifiesta, en
algunas ocasiones, se puede convertir en un problema clínico (PSP clínica) por la exacerbación de la signología o bien por la aparición de complicaciones.
   Las manifestaciones de comportamiento de la PSP consisten en fatiga, nerviosismo, gemidos, adopción de objetos,anorexia o, menos frecuentemente, polifagia, preparación del nido, ocultamiento y hasta trabajo de parto.
   Estas manifestaciones son generalmente las primeras en aparecer y también en desaparecer. Los signos físicos están dados por la turgencia de los pezones, el agrandamiento del tejido mamario y la galactopoyesis, todos ellos son más evidentes en las mamas inguinales.
   La lactancia, a menudo, se perpetúa por la auto-lactación, tratamientos tópicos o bien por la adopción de recién nacidos de otras hembras.
   Las complicaciones de la PSP, tales como mastitis y dermatitis mamaria, no son comunes y si aparecen pueden perpetuar el síndrome.


DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES Y DEFINITIVOS

   El diagnóstico de esta entidad es generalmente sencillo y se basa en el examen físico, la anamnesis y la exclusión de preñez. La radiografía abdominal luego del día 45 del servicio o la ecografía a partir del día 24-28 del mismo, diferencia definitivamente la preñez verdadera de la PSP.
   También deben considerarse, entre los diagnósticos diferenciales, la piómetra, con la que puede coexistir, y otras causas de hiperprolactinemia como el hipotiroidismo, por lo que se deben realizar pruebas de función tiroidea cuando la galactopoyesis se prolonga más de tres o cuatro semanas.
   La galactorrea ocasionada por hiperprolactinemia debido a tumor hipofisario funcional no ha sido reportada en el
perro.


TRATAMIENTO

   En los casos leves de PSP (PSP encubierta) no es necesario indicar tratamiento alguno; una breve explicación fisiológica al propietario bastará generalmente para que éste acepte esperar la remisión espontánea. Sin embargo, en otros casos (PSP manifiesta) los cambios físicos y/o de comportamiento se exacerban y requieren tratamiento(PSP clínica). Mas aún, la relación reportada entre una historia de PSPs manifiestas y el desarrollo de tumores mamarios sugiere que el tratamiento puede ser más importante de lo que se pensaba hasta el momento.
   En los casos moderados se debe desalentar toda conducta materna así como también evitar el lamido con collares Isabelinos, ya que éste perpetúa la lactancia por el estímulo que provoca. Las tradicionalmente indicadas compresas mamarias provocarían el mismo efecto estimulante de la galactopoyesis, por lo que debe evitarse su indicación. El uso de tranquilizantes fenotiazínicos como la acepromacina, o butirofenonas como el haloperidol están contraindicados debido a que estas drogas actúan como antagonistas de la dopamina, resultando en un incremento en la liberación de la prolactina.
   La restricción del agua y un ayuno sólido de 24 horas, seguido de un retorno gradual (tres o cuatro días) la
alimentación normal, son generalmente de ayuda en la disminución de la intensidad y/o duración de la PSP.
En los casos clínicos o con complicaciones es conveniente interrumpir farmacológicamente la PSP. Los esteroides sexuales se han utilizado tradicionalmente para tratar la PSP, pero sus efectos secundarios desalientan su utilización.
   Se han usado para este fin los estrógenos, la testosterona y los progestágenos, los que pueden provocar importantes problemas secundarios como aplasia medular, masculinización y piómetra, respectivamente. La administración de progestágenos tales como el acetato de megestrol, el de medroxiprogesterona y la proligestona frenan momentáneamente la secuencia de eventos endocrinos que precipitan la PSP. Desafortunadamente, una vez que cesa la terapia con progestágenos surge una recidiva debido al nuevo descenso de la concentración de progesterona provocada por el retiro de la medicación. Sumado a esto, el tratamiento prolongado o repetido con progestágenos no es recomendado debido también a que puede promover el desarrollo de hiperplasia endometrial quística y predisponer a la presentación de piómetra.
   La inhibición de la secreción de prolactina por alcaloides del cornezuelo del centeno ha producido una revolución en el tratamiento de la PSP canina. La secreción de prolactina en la PSP es estimulada por la serotonina e inhibida por la dopamina. Por consiguiente, tanto los antagonistas serotoninérgicos como la metergolina o agonistas dopaminérgicos como la bromocriptina y la cabergolina ocasionan disminución de la liberación hipofisaria de esta hormona y consiguiente disminución de la lactogénesis.
   La bromocriptina existe como droga para uso humano en Europa y América, pero no se encuentra en el mercado ninguna forma para el uso en animales. Sin embargo, se ha utilizado tanto en la clínica como en experimentación veterinaria desde el año 1980. La bromocriptina tiene una corta vida media (el ± 4-6 h) y se debe administrar por lo menos dos veces por día para obtener mayor eficacia (Tabla 1). Entre sus efectos colaterales se encuentra la presentación de vómitos en el 20-30 % de las hembras tratadas. Dicha emesis puede ser controlada administrando la droga con el alimento o bien comenzando el tratamiento con dosis bajas para luego ir incrementándolas paulatinamente. En caso de tener que usar antieméticos 15-20 minutos antes de la dosificación, se debe evitar aquellos con acción antagonista dopaminérgica central como la metoclopramida, ya que producirían una acción opuesta a la del tratamiento.
   En un estudio , en el cual se administró 7,5 >g/kg cada 12 horas durante 15 días a hembras pseudopreñadas, los efectos secundarios fueron leves en el 30% de las perras y ocurrieron únicamente
durante la primera semana de tratamiento. El protocolo terapéutico recomendado para esta droga fue descrito en la
Tabla 2.
La cabergolina tiene mayor bioactividad, especificidad y duración comparada a la bromocriptina (Tabla 2). Debido a
su prolongada persistencia a nivel hipofisario, requiere protocolos terapéuticos más cortos. Incluso, luego de
suspender la administración, la cabergolina, aún ligada a los receptores hipofisarios, continúa ejerciendo actividad
inhibitoria sobre la secreción prolactínica durante unas 48 horas.
La cabergolina puede ser administrada con eficacia una vez al día y como atraviesa escasamente la barrera
hematoencefálica los efectos secundarios digestivos son raros (dosis emética es cuatro veces mayor que la dosis
terapéutica. (Tabla 1). Esta droga se encuentra en el mercado veterinario en varios países europeos y de América
del Sur.
En un estudio realizado en nuestro país en 30 perras pseudopreñadas se uso 5 mg/kg/día de cabergolina con la comida principal durante siete días lográndose una remisión de los signos en el 90% de las perras tratadas con un 20 % de animales con efectos colaterales leves. Por lo anteriormente expuesto, la cabergolina constituye el tratamiento de elección: eficaz, de corta duración y con efectos secundarios mínimos.
La metergolina es una droga veterinaria anti-serotoninérgica disponible para el tratamiento de la PSP en Europa y en algunos países de América del Sur. Tiene un período corto de acción por lo que debe ser administrada dos veces por día . Los efectos secundarios del tratamiento involucran esencialmente al comportamiento: ansiedad e hiperexcitabilidad debido a la acción central antiserotoninérgica de la metergolina. Por lo tanto, es preferible evitaresta droga en perras de carácter ansioso o agresivo así como en las PSPs con importantes modificaciones del comportamiento. Sus propiedades dopaminérgicas son mínimas a las dosis empleadas, lo que explica la baja incidencia de efectos digestivos observada con su uso (la dosis emética es cinco veces superior a la terapéutica de 0,2 mg/kg/día). Después del tratamiento, en algunos casos se puede observar recidiva de la lactancia. Esto se debe
al débil efecto antiprolactínico de la metergolina, así como a su escaso tiempo de vida media plasmática. Para obtener un efecto de tipo dopaminérgico, y así acrecentar su eficacia, se debería aumentar la dosis (mínimo 0,3mg/kg/día), lo que lleva a un gran aumento de los efectos secundarios.



PREVENCIÓN
   Las hembras predispuestas a la PSP tienen una alta probabilidad de repetición de este síndrome en los ciclos estrales sucesivos. Debido a que la ovariectomía es la única medida preventiva permanente, estas hembras si no son previstas para la cría deberían ser castradas. La ovariectomía debe realizarse preferiblemente durante el anestro puesto que su ejecución durante la fase lútea puede conducir a una PSP.     Contrariamente a la creencia de muchos propietarios, la preñez y el parto no ejercen efectos preventivos sobre la presentación de nuevos episodios de PSP en los futuros ciclos estrales.


CONCLUSIONES FINALES

• La PSP es uno de los motivos de consulta más frecuentes por
problemas de las glándulas mamarias de la perra.
• A pesar de que la fisiopatología de este síndrome no se conoce
completamente, se sabe del papel etiológico central de la prolactina.
• La intensidad de la presentación de la PSP es sumamente variable
entre las distintas hembras.
• Los agonistas dopaminérgicos han reemplazando al tradicional
tratamiento hormonal de este síndrome.
• Las propiedades farmacocinéticas de la cabergolina asociadas a
una gran especificidad de acción, un efecto antiprolactínico potente
y prolongado y los limitados efectos colaterales la convierten en el
agonista dopaminérgico de elección.
• Las hembras predispuestas no previstas para la cría deben ser
castradas ya que la ovariectomía es la única medida preventiva
permanente para este síndrome.